Silencios.

Silencios en el aire
deja tu nombre en mis labios.
Silencios silenciosos,
escondidos y traviesos:
poco usuales, silencios.

No consigo por las noches
asirme del silencio antaño:
es Tu Idea que pronuncian
sin cesar mis odres años.
Tu Concepto que me atrapa
hasta el punto de ahogarme,
de asfixiarme y respirarme,
de exudarme y olvidarme.

Ya no consigo
por las noches,
asirme del silencio antaño.


Fue tu beso, tonto y frío,
hielo, hiel y daga:
recuerdo sobretodo absolutamente
infamemente
deliciosamente
espurio de una triste noche,
dulce sueño.

Es tu Idea
que pronuncian
sin cesar mis odres años.


Entonces me despierto y ronda
derredor mío este nuevo silencio,
terrible y hermoso, angustiosamente cálido.
Es Tu Concepto...
Tu Concepto...
Tu Concepto...
-me repito.
-me convenzo.
-me esquivo.

Ya no quiero sentirlo,
ya no lo deseo -rehúso.
¡Cuánta estupidez! -me repito-
¡atraparse por un nimio y fútil
con-cep-to -letras juntas:
absoluto silencio.


¿Es el hombre digno
por sí mismo o tan sólo
cuando otro le ve ante sí
y se reconoce?

¿Es su sino fácil tinta
que con poco saber plasmar
se puede en cinco letras?

¿Y su canto de mañana
no es entonces absoluto
silencio silencioso?


Silencios en el aire
deja tu nombre en mis labios.



Silencios, no quisiera
acallarlos con mi ruido.
Silencios, perdonadme
si al sentirles interrumpo.
Silencios, no ya teman
a mi vida dar sentido.



-PMC.-