Temprano Tardío

Es im-pe-ra-tivo…
kantiano.
Éste se puede ubicar en otras caretas de la pulsión de muerte
pariendo la rigidización fundamentalista de lo individual,
Tan Nueva y Tan Antigua
característica de nuestro tiempo.



Será todo esto, dice el Profeta,
el normal caos del amor,
y sus consecuencias en las relaciones amorosas de individualización.
Yo acosándome, manoseándome.
Yo y el sexo sucio, la jeringa, la gallina, la deposición.
Yo, y la gonorrea
Yo y la diarrea
Yo y la piorrea.
Ella y yo.



Una vez liberado el Hombre,
Desatado,
Ya sin roles de género internalizados,
Así como pensó el ingenuo y homosexual
Creador del proyecto de bastimento de la sociedad industrial.
Tan libre, tan libre, tan libre, tan libre, tan libre, tan libre. Tanto.
Qué risa: la familia nuclear y al mismo tiempo
Jesús, María y José obligados a construirse so pena de perjuicios materiales.
Sus existencias bañándose en el mercado laboral,
embarrándose de la formación y de la movilidad,
Jesús comprando pan, María -si fuese necesario- embebiéndose en las largas filas para alcanzar un trozo de la cosecha estatal.]
Ah y José, José…
Todo en detrimento de las relaciones familiares, amorosas y vecinales.



”No preguntéis, Hijo Mío Amado, por lo individual que sacude actualmente la progenie y la pareja, No. No lo hagáis jamás. Corred más bien hacia las cadenas. Porque se procede de la libertad del mercado laboral donde el concepto de libertad alcanza el sentido de autoobligación y autoadaptación. Dice Nefi tu Señor”

(Mariano Ramunda, 2008)

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